Dulce hogar by Pablo Rivero

Dulce hogar by Pablo Rivero

autor:Pablo Rivero [Pablo Rivero]
La lengua: spa
Format: epub
ISBN: 9788491298113
editor: Penguin Random House Grupo Editorial España
publicado: 2023-01-18T00:00:00+00:00


12

La mirada de Laura se ha oscurecido como si una nube negra hubiera cubierto su retina. Julia la observa expectante, parece que va a darle una explicación, pero al final solo dice:

—Espera un segundo, ahora vuelvo.

La mujer se va y Julia cada vez está más intrigada por los extraños gemidos, que no cesan. Pepe sigue a su dueña, pero esta se vuelve hacia él antes de subir las escaleras.

—Aquí, no subas. Tú, aquí.

El perro obedece, Julia la ve subir las escaleras. Al cabo de un minuto, escucha que su vecina dice algo que no alcanza a entender y también el ruido de una puerta que se cierra. Mientras espera tiene la tentación de levantarse e intentar averiguar de qué se trata, pero de pronto Laura la llama desde arriba.

—¡Julia!, sube, por favor.

Se levanta sin pensarlo. Pese a que el silencio ha vuelto, el ambiente ahora le resulta mucho más tétrico que antes. Al pie de las escaleras vislumbra un final oscuro que le pone el corazón en un puño.

—Perdona, que te doy la luz.

Laura da a un interruptor y se ilumina el camino. Julia sube y cuando está llegando a los últimos peldaños, la mujer comienza a andar hasta el fondo del pasillo donde hay un dormitorio con la puerta abierta del que sale luz. Julia la sigue, no sin girarse un par de veces para cerciorarse de que nadie está detrás de ellas.

—Cuando te dije que estaba sola, también mentía. Este es mi marido o lo que queda de él —añade en un susurro.

La invita a pasar y se encuentra con un hombre mayor postrado en la cama con muy mal aspecto. Está de espaldas, como mirando por la ventana. Deja pasar a Laura y en ese momento el anciano se gira con dificultad. Julia respira hondo. Es el hombre que vio el primer día en el aparcamiento de la urbanización. El anciano que protagoniza sus pesadillas ahora yace con los ojos casi cerrados y parece totalmente inofensivo. Tiene, no obstante, peor aspecto. Ahora no tiene abiertos sus ojos enormes como cuando se acercó a ella para avisarla de que tuviera cuidado con el fuego y las llamas.

—Está muy mal. A raíz de lo que ocurrió, se quedó muy tocado, sufrió mucho, y se le aceleró el alzhéimer que padecía desde hacía poco. Fue cuestión de meses, algo horrible y también inesperado. Normalmente está metido en casa, no quiere salir ni a la parcela y, cuando lo hace, tengo que estar muy pendiente para que no se me escape o se desoriente. Aunque alguna que otra vez se me ha escapado, porque estando yo sola me es imposible controlarlo todo el rato. El otro día bajó solo hasta el centro donde tienen a Aníbal… Es increíble que no recuerde ni quién es y que, sin embargo, sepa llegar allí, movido por el deseo de verlo. Ni la enfermedad ha podido con eso. Ha tenido una recaída reciente y hoy no lo ves en su mejor momento —le cuenta casi susurrando para que él no pueda escucharla.



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.